Dentro de las constituciones se engloban todos los iris existentes, es decir, siempre se pertenece a un tipo o subtipo; y cada uno de ellos tiene una tendencia distinta a enfermar, e incluso a sanar.
En este capítulo clasificaremos los iris por constituciones, basándonos en el color.
Se diferencian tres clases de constituciones:
CONSTITUCIÓN LINFÁTICA
Esta constituida por iris azules y grises, los cuales presentan la BNA en un color más claro.
Linfático puro
Es la constitución básica, sin modificaciónes.
La tendencia patológica es:
– Irritación de garganta, nariz y oidos.
– Problemas broncopulmonares.
– Irritación de mucosas.
– La afección catarral es propia de un sistema linfático congestionado.
Si se hace una historia familar, probablemente observaremos una tendencia linfática común a otros miembros de la familia. En estos casos se evitará el exceso de productos lácteos y se hará ejercicio físico intenso, para manrener en circulación el sistema linfático, que tiene una tendencia a la congestión.
Linfática fibrilar
Este subtipo presenta una trama parecida a los mechones de cabello, resaltando en ella las fibras en blanco. En casos agudos, estas fibras se presentarán más claras, indicando inflamación y congestión de la zona; en cambio, en los casos crónicos, los flujos serán oscuros.
La tendencia patológica es hacia una reactividad del sistema linfático, que se puede mostrar especialmente irritable en la garganta, nariz, oídos, zona broncopulmonar y en las mucosas digestiva, urinaria y genital. Tienen, también, gran tendencia a procesos alérgicos. En estos casos, la pauta terapéutica será: drenaje linfático, restricción total de lácteos, estimulación del sistema inmunitario y ejercicio físico para mantener en circulación el sistema linfático.
Hidrogenoide
El subtipo hidrogenoide se relaciona con patología de humedad. Es similar al de constitución linfática fibrilar, pero, a diferencia de ese, presenta copos de algodón o tofos, que son acumulaciones en forma de copo en la periferia de iris. Los copos son blancos, y generalmente son por acumulaciones de ácidos, síntoma de estados catarrales, procesos alérgicos, mucosidades, inflamaciones de las articulaciones y reumatismos.
Cuando los copos aparecen rodeando la periferia del iris, se denominan como rosario linfático. Los copos se pueden desplazar hacia el interior implicando cronicidad, pero en ese movimiento, van dejando tras de sí, un gran cerco costroso. Como he comentado anteriormente, el cerco costroso es una acumulación tóxica.
Los copos, en el iris hidrogenoide, suelen acumularse con más frecuencia en la zona respiratoria y abdominal, así como en el cuadrante nasal inferior.
Por la gran tendencia alérgica que tienen, suelen presentar eccemas, asma, rinitis, diarreas alérgicas e incluso migrañas de base alérgica. Será por este motivo que la pauta terapéutica ha seguir se basará en un drenaje, sobretodo del área digestiva, normalizar o equilibrar el sistema inmunológico acompañado de una restricción de lácteos.
Neurógena
En este subtipo, el iris aparece muy blanco. Las fibras están muy compactadas y es por este motivo que se verán bastante rectas. La zona de la corona también se encontrará más clara en estos iris.
Encontraremos la presencia de anillos nerviosos, que no son más que
repliegues de las fibras, las cuales se encuentran muy compactadas entre sí. Los anillos nerviosos serán un signo muy importante a observar, ya que indican un estado de hiperexcitación nerviosa. En estos iris no es infrecuente observar un reborde pupilar rojizo, denominado anillo de neurastenia. Este anillo nos indicará una tendencia depresiva e incluso alteraciones de la personalidad.
El área digestiva aparece también diferenciada, presentando un color amarillento, signo de un estado de nerviosismo e irritabilidad. A causa de la hiperexcitación nerviosa, también veremos la BNA mucho más marcada y diferenciada.
Dentro de este subtipo, tendremos muchos enfermos hipocondríacos, con multitud de síntomas funcionales como espasmos, contracturas, cólicos, hipertensión arterial (HTA) y problemas circulatorios. En estos casos será muy importante relajar el sistema nervioso, ya que esta hiperexcitación es la causa de la mayoría de los problemas orgánicos.
En estos casos es muy importante hacer ejercicio, ya que éste moviliza la circulación linfática y proporciona oxígeno al sistema nervioso. La relajación corporal es también un tratamiento de máxima importancia.
Orina ácida
Esta denominación resulata poco afortunada, pero es la que se utiliza con mayor frecuencia, por lo que la vamos a mantener. Este subtipo no es esclusivo de la tipología linfática, ya que también se puede presentar en la constitución mixta, e incluso, aunque más raramente, en hematógena.
En los Iris linfáticos se parece al hidrogenoide, pero, a diferencia de éste, el rosario linfático no lo forman copos bien delimitados, sino nubes difusas, para extenderse como una brumacircular alrededor de la zona linfática; en los casos más importantes llega a invadir la zona cutánea, emitiendo radios o manchas hacia la corona o collarete.
Estas nubes suelen ser de color blanco, aunque no es rearo que tomen un tono amarillento e incluso anaranjado, más intenso cuanto mayor sea la pigmentación básica del iris.
La predisposición patológica de este subtipo es esencialmente de acumulaciones metabólicas, sobre todo por déficit en la eliminación de ácido úrico (cálculos renales de uratos y oxalatos, artititis úrica, etc.); y como elemento final, la artrosis osea en su más amplio sentido.
Tejido conjuntivo débil
Este subtipo no es exclusivo de los iris linfáticos, como podréis ver más adelante. Este tipo de iris se presta a diagnósticos muy exagerados a los ojos de personas inexpertas, ya que suele presentar una gran cantidad de lagunas, con una densidad fibrilar pobre con una BNA difícil de valorar, ya que cuesta diferenciar su contorno. Es la pérdida del tono del tejido conjuntivo el que origina todos estos fenómenos. La predisposición patológica, por lo tanto, la determina esa debilidad, causando prolapsos de órganos, hiperlaxitud ligamentosa u obesidad por falta de tono muscular.
En este subtipo, se encuentra un tipo de iris que presenta una disposición en forma de lagunas muy grandes que rodean la corona nerviosa, haciendo que esta no se pueda determinar. Este tipo de iris se conoce como iris de margarita.
CONSTITUCIÓN HEMATÓGENA
Los iris de la constitución hematógena, son iris marrones, cuyo color va desde el avellana hasta los más pigmentados. En esta constitución será más difícil la observación de los signos, a causa de su pigmentación. Las señales agudas, se verán como desgastes del color (como si un sector del iris hubiera estado frotado con papel de lija).
Hematógena pura
En este subtipo aparecerán dilataciones alrededor de la BNA, que se corresponde a la zona de sistema de glándulas de secreción.
Suelen presentar una sobrecarga tóxica, dando aspecto de capa de polvo superpuesta. En estos casos se observará el signo del iris de terciopelo, ya que da esta sensación.
La predisposición patológica es hacia los desordenes glandulares, manifestados con una tendencia a la obesidad, problemas del tiroides, alteraciones endocrinas y alteración de los humores circulantes del organismo.
En estos casos, tendremos que hacer un drenaje hepático para desintoxicar el organismo y regular la función hormonal. También tendremos que averiguar si existe alguna alteración en la asimilación de calcio y yodo (tiroides), que en muchos casos se debe a una secreción escasa de jugo gástrico.
Los pacientes hematógenos puros, presentarán una tez oscura, con tendencia a problemas biliares y hepáticos.
Mieloide
Son iris de color miel, los cuales presentan numerosas dilataciones y flujos oscuros, con perdida general de pigmentación.
La predisposición patológica es hacia el sistema excretor, sistema digestivo y respiratorio.
Tetania larvada
Aunque no se encuentra sólo en iris de color marrón (uno de cada diez iris azules también lo presentan), este subtipo se considera dependiente de la constitución hematógena.
El signo más importante es la presencia de abundantes anillos nerviosos y rayos solares, los primeros se encontrarán deformando el estroma a nivel de la zona ciliar. Tanto los anillos como los rayos son repliegues de las fibras iridianas, causados por la gran constricción del iris. Estos signos nos indicarán una hiperexcitación del sistema neurovegetativo, desequilibrios nerviosos, estrés, epilepsia, problemas espásticos y problemas en el metabolismo del calcio y el magnesio.
Todo el iris parece que está en congestión o contraído. El calcio y el magnesio son dos minerales muy importantes en el organismo, ya que de ellos depende la transmisión nerviosa y la relajación muscular. Por este motivo, como ya he comentado antes, tendremos que comprobar si hay una buena asimilación de ellos, por la gran importancia que tienen a nivel muscular y su función relajante.
Tejido conjuntivo
Tiene las mismas características que el de la constitución linfática.
CONSTITUCIÓN MIXTA
La constitución mixta incluye todos los iris que no se han encuadrado en las tipologías anteriores, ya que los mixtos son de transición entre la hematógena y la linfática.
Muchos iris mixtos, presentan una capa pigmentaria débil sobre una base azulada, que se deja entrever a través de la capa pigmentaria superior. Estos iris presentan una pigmentación débil sobre una base azul, y por lo tanto muchas veces los interpretaremos como linfáticos, ya que poseen muchos signos característicos de esta constitución.
En los iris verdes, también veremos muchas características de la tipología hematógena, y por lo tanto también interpretaremos los signos, generalmente, como en la constitución hematógena.
Estos iris, presentarán la zona digestiva y su alrededor, de un color más oscuro, igual que pasa en la tipología hematógena y su periferia con características linfáticas.
Tendrá una tendencia especial al artritismo, a problemas hepáticos y biliares y a otros trastornos metabólicos: Estos trastornos metabólicos nos vendrán determinados por la presencia de copos veri veri o de ácido úrico, que son de color ocre. Este tipo de copo, nos indicará una acidosis metabólica.
Subtipo mixto puro o biliar
La constitución mixta es de transición entre la hematógena y la linfática. Si nos guiáramos esclusivamente por su pigmentación, se podría considerar hematógena, pero si observamos detenidamente con un microscopio binocular o en irisgrafías, observaremos que también se trata de una tipología fibrilar.
Presentan una capa pigmentaria débil sobre una base azulada, que se deja entrever a través de la capa pigmentaria superior (capa superior del estroma). Esto se debe a que su pigmentación es débil y solo suele afectar a las capas más superficiales del iris.
Theodor Kriege cree que en ciertos casos es producto de una insuficiencia de la secreción renal. Sin embargo, entre los síntomas más frecuentes están los de tipo biliar, por una sub-deficiencia del hígado o del péncreas, o ambos, con una notable tendencia al estreñimiento.
Obsérvese a las 7-7,30 horas el estado de aflojamiento y su oscurecimiento de lam trama que nos señala el iris su padecimiento de cistitis crónica.
En estos casos es importante no abusar de grasas y fritos, comer abundantes frutas y verduras frescas (son ricas en fibra), y evitar las comidas copiosas, para estimular y descongestionar la zona hepático-pancreática.
Subtipo ferrocromatosis
Deck establece, dentro de la constitución mixta o biliar, este único subtipo exclusivo (otros, como la diátesis lipémica o el de debilidad del tejido conjuntivo, también pueden pertenecer a la constitución mixta).
En este subtipo se obserban pigmentos amarillentos o parduzcos en la zona del collarete; otros autores las han considerado señales de acidosis.
Él llegó, en 1952, a la conclusión de que los pacientes con estos iris padecían con más frecuencia alteracionea hepáticas no dolorosas, con gran cansancio y astenia, y una clara elevación de los niveles de hierro.
Subtipo general de diátesis lipérmica
Cuando aparece un importante anillo de colesterol en un iris, Deck lo denomina diátesis lipérmica. Sin embargo, es probable que no se trate de un subtipo por si mismo, ya que los iris, independientemente del anillo de colesterol, pueden encuadrarse un uno u otro tipo o sub-tipo constitucional.
La presencia de este subtipo general hace sospechar una posible disminución de la función hepática, del sistema cardiovascular, o de alguna función hormonal, con deficiencia en la absorción y equilibrio mineral del cuerpo.
En la diátesis funcional de congestión toxémica no se puede precisar si se trata de un exceso de colesterol, de sodio o de otro mineral. Si, además del anillo de colesterol, podemos catalogar el tipo de estroma que presenta el iris en otro subtipo, la tendencia patológica estará relacionada con este segundo tipo de clasificación que hagamos.
Subtipo de iris en margarita
Aunque algunos iridólogos lo consideran subtipo, especialmente de los tipos hematógeno y mixto, en este libro lo explicaremos con más detalle en el capítulo dedicado al sector intestinal, dado que sus indicaciones diagnósticas se refieren especialmente a este órgano.
CONSIDERACIONES FINALES SOBRE LOS TIPOS CONSTITUCIONALES:
A partir de esta clasificación, algo complicada y quizá en exceso perfec-cionista (ya hemos dicho que en la práctica no existen los subtipos, sino mezclas de ellos, en mayor o menor proporción), nos puede ser muy útil llegar a una tendencia patológica constitucional, ya que nos dará una idea de la posible evolución de la reactividad del paciente al que estemos tratando.
Los tipos constitucionales, al abarcar a toda la población, no pueden interpretarse como señales patológicas (anormales), sino fisiológicas (normales), y nunca deben ocultar la realidad que se expresa con la historia clínica del paciente.
Nota: Aunque haya una clasificación tan perfeccionista de las constituciones, en la práctica se verá que no es tan sencillo clasificar un iris de forma exacta, ya que hay mezclas de subtipos entre sí. Hay escuelas como la francesa que han establecido 30 ó 40 subtipos, pero la dificultad es la misma.
Lo importante es ver, de forma general, ante qué tipo de iris estamos. Por ejemplo, podemos encontrar un hematógena puro que tenga signos típicos de tetania larvada, como los anillos nerviosos. En estos casos, tendremos que valorar qué es más importante, ya que el subtipo nos da la predisposición del individuo a enfermar.
No nos tenemos que preocupar excesivamente por eso, ya que una vez en la práctica, cuando veamos mezclas de subtipos entre sí, sabremos discernir rápidamente qué es prioritario.
Información de importancia y de estudio para los que quieran estudiar iridiologia.